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Masonas. Historias de la masonería femenina / Yolanda Alba
La masonería ha sido desde siempre un tema recurrente en el mundo editorial. De hecho existe una ingente bibliografía, en gran medida surgida del interés de numerosos lectores atraídos por el secretismo, el enigma y el poder que atesora esta peculiar sociedad que surgió, según algunas fuentes, en la antigua Mesopotamia, y que aún pervive manteniendo buena parte de su esencia originaria.
No obstante, si bien se ha investigado sobre la masonería, poco o casi nada se ha escrito de las mujeres que han formado parte de esta asociación fraternal; y aún menos sobre la incorporación a esta modalidad de sociedad secreta de los homosexuales; Yolanda Alba, periodista, escritora e investigadora, ha querido enmendar este vacío y con Masonas. Historia de la masonería femenina.
Se trata de la primera obra que explora en profundidad el proceso histórico que llevó a la paulatina inmersión de la mujer y los homosexuales en estas sociedades, por cuyas páginas desfilan los nombres de Marie Deraismes, Annie Besant, Rosario de Acuña, Concepción Arenal, Carmen de Burgos, Flora Tristán, Eleonora Roosvelt, Gabriela Mistral o Clara Campoamor, y asociaciones como la GLFF o la Fraternal de los Hijos de Cambacérès, grupo que reúne a los francomasones gays y lesbianas de todas las obediencias.
Según Yolanda Alba, la masonería y sus sociedades no fueron estrictamente masculinas pero la tradición patriarcal así lo consideró hasta 1770, fecha en la que la Gran Logia del Gran Oriente, nacida en Francia, creó el rito de la adopción, por el que pudieron empezar a participar mujeres. “Cristalizaba así uno de los momentos más relevantes para el ser humano y daba inicio una revolución que trastocaría el orden social establecido: la emancipación de la mujer”.
La autora, ha dedicado años de investigación a la materia, si bien el enfoque de este estudio es eminentemente divulgativo, y pródigo en interesantes datos sobre la masonería femenina: “Actualmente existen en el mundo 43 grandes logias exclusivamente femeninas, distribuidas en más de 31 países e integradas en una población efectiva de aproximadamente 50.000 masonas.”
Con trazo hábil, la escritora leonesa nos va desvelando cómo era la vida de estas masonas que se movían en un mundo machista y secreto. Su escritura es una delicia de sensibilidad que va arrojando luz sobre esas instituciones secretas que aún hoy parece que avergüenzan a sus miembros y no lo quieren reconocer en público.
La escritora en solo quince capítulos, 222 páginas, ha logrado exponer uno de los temas más conflictivos y todavía desconocido de la historia de la masonería; la existencia, la labor y el contexto dentro del cual se desenvolvió la masonería femenina. Labor difícil, teniendo en cuenta, la extensión nacional e internacional de la masonería en sí y de las grandes lagunas que nos enfrentamos tanto en los estudios de la historia de la masonería como en los estudios de género. Estamos ante una serie de vidas de mujeres, algunas muy conocidas, otras menos e incluso alguna de cuya existencia aún se pone en duda como la de Sabine von Steinbach.
Alba presenta a las mujeres masonas dentro de los gremios, después de perseguidas por la inquisición, en las logias de adopción, las logias mixtas y las logias autónomas a grosso modo. Hubo alguna excepción antes de que existieran las logias de adopción, en qué algunas mujeres fueron iniciadas por sus padres. La novedad de Masonas se halla en su temática. Abarca la mujer masona dentro de la esfera internacional y la incluye en la historia de la masonería empezando por la edad media hasta bien adentrado el siglo XX, podría decirse hasta la actualidad. Además incluye una apreciación sobre la homosexualidad y el lesbianismo en la masonería del siglo XX. A lo largo de su narrativa Alba emplea la dimensión internacional de la fraternidad para construir una historia de las mujeres bastante más temprana a la que estamos acostumbrados en España. Alba emplea la dimensión internacional para iniciar y completar su historia. Empieza con los gremios medievales y las menciones de hermanas en los old charges, que eran las actas de los gremios en latín de Inglaterra, Escocia y Alemania que sigue hasta la página 34 en dónde se reproduce una ilustración flamenca de una novela de Girard von Roussillon de 1447 (de la Biblioteca Nacional de Viena, Austria) en donde se detalla damas-obreras trabajando en la construcción de un castillo. Tenemos datos sobre las labores de las mujeres en los gremios, gracias a los charges que describen los pagos, y el lugar en que tenía que estar tal o cual obrera en las procesiones y ceremonias de su gremio. Sin embargo, la existencia de la presencia femenina en los gremios no ha logrado desvelar ningún indicio de la existencia de Sabine von Steinbach pero sí la de su padre y hermanos.
También es digno de mención la selección y variedad de mujeres desde las más conocidas gracias a la maestra María José La calzada en España a partir del siglo XIX. A las menos conocidas de países cercanos como Marruecos, Portugal, Francia y Suiza y de países más lejanos como Venezuela, y de las masonas conocidas de los EEUU y Latinoamérica. Incluye un capítulo novedoso sobre la masonería irregular en Cuba, Uruguay, Brasil, Turquía, los EEUU e Inglaterra en el siglo XXI. Esta variedad de mujeres, épocas y países es un buen principio de un estudio transnacional de masonas. Y dentro del siglo XXI la autora incluye un capítulo, el XIV, centrándose en la presencia explicita, en algunos casos e implícita de la homosexualidad y lesbianismo dentro de la masonería. En el caso de España explica que en el seno de la masonería la orientación sexual de una persona no es un problema.
Dónde sí se adentra en una discusión, es la de la tradición iniciática de las mujeres que hace que Alba resuma la historia iniciática de las mujeres desde Hipatía hasta la revolución francesa pasando por los celtas. Cierra el libro con un glosario masónico muy práctico y completo.
***Fuente: www.ellibrepensador.com/
***Fuente: Sylvia Hottinger Craig.
Milena o el fémur más bello del mundo / Jorge Zepeda Patterson
Una vigorosa novela de acción y amor que denuncia los abusos de poder y la corrupción, pero que, sobre todo, nos muestra el alma abierta de una mujer vejada, como tantas otras, en un mundo cada vez más globalizado. La belleza de Milena también fue su perdición. Convertida en esclava sexual desde la adolescencia, intenta huir cuando muere su protector, un magnate de la comunicación que sufre un fallo cardiaco mientras hace el amor con ella.
En su angustiosa fuga, se cruza con los Azules, un trío de justicieros formado por el periodista Tomás Arizmendi, la política Amelia Navarro y el especialista en alta seguridad Jaime Lemus. Que desesean liberarla, pero Milena guarda con recelo un espinoso misterio que atesora en su libreta negra y que supone su salvación y, sobre todo, su venganza.
***Fuente: http://www.eldiario.es/
***Fuente: http://www.jorgezepeda.net/biografia/
***Fuente: http://reginairae.blogspot.com.es/
La vida era eso / María Carmen Amoraga Toledo
La muerte fulminante de su marido deja a Giuliana devastada y sola con dos hijas pequeñas. Superar un día tras otro está poniendo a prueba su resistencia y su imaginación, mientras pasa de la incredulidad al enfado, y de ahí a la idealización de su relación con William.
Descubre entonces, además de irrepetibles momentos que su memoria convoca una y otra vez, el legado más hermoso de William: una intensa red de relaciones que le traerán una nueva forma de estar en el mundo y le enseñarán, gracias al apoyo de otras personas, que aprender a perder es aprender a Vivir.
La muerte fulminante de su marido deja a Giuliana devastada y sola con dos hijas pequeñas. Superar un día tras otro está poniendo a prueba su resistencia y su imaginación, mientras pasa de la incredulidad al enfado, y de ahí a la idealización de su relación con William.
Descubre entonces, además de irrepetibles momentos que su memoria convoca una y otra vez, el legado más hermoso de William: una intensa red de relaciones que le traerán una nueva forma de estar en el mundo y le enseñarán, gracias al apoyo de otras personas, que aprender a perder es aprender a Vivir.
A través de conversaciones, recuerdos, comentarios espontáneos de las redes sociales, escenas cotidianas, con vitalidad y sin dramatismo, y un cicatrizante sentido del humor. Carmen Amoraga construye una novela intima y universal sobre el amor y la pérdida, el valor de lo vivido y lo por vivir.
El tema de esta novela es el duelo, como encarar la pérdida de una persona querida, pero también extrapolable a otras pérdidas que podamos sufrir, porque el duelo es un periodo necesario para asimilar ciertas ausencias y no es necesario que sean tan drásticas como la muerte.
Con Giuliana vamos pasando por las cinco fases del duelo, con ella vamos progresando y vamos viviéndolas, es imposible no empatizar con ella, no sentir el dolor que ella siente, no hundirse con ella y renacer después, no enfadarse, no sentirse culpable. Giuliana vive subida a una montaña rusa de sentimientos. Para ello la autora divide la novela en cinco partes, Negación, Ira, Negociación, Depresión y Aceptación.
Giuliana, la protagonista de La vida era eso, es una persona introvertida, tímida en exceso, tanto que parece antisocial, en la vida solo necesitaba a William y a sus hijas. Su marido siempre le echaba en cara el poco esfuerzo que hacía para comunicarse con los demás, para caerles simpática. Pero Giuliana no hacía caso de estas cosas. Para sociable ya estaba su marido, que caía bien a propios y a extraños, tanto en la vida real como en la red. Giuliana ni siquiera tenía perfil de Facebook y recriminaba a William que dedicara más tiempo a las amistades virtuales que a ella misma.
Con un carácter así, quedarse sola en un país que no es el suyo y al cargo de dos hijas se le antoja imposible, añora a William cada segundo de su vida y si no fuera por sus hijas se reuniría con él. Comienza así la batalla por al supervivencia, se coloca la careta de supermamá y encara un día si y otro también. Y todo esto nos lo cuenta en primera persona, nos hace participes de su estado de ánimo, la vemos fingir con sus hijas y llorar en su habitación cuando cree que ellas duermen.
Carmen Amoraga introduce las redes sociales en la trama de la novela, porque hoy es una opción más. Giuliana no es una mujer sociable, su excesiva timidez le hace ser incluso antipática. Antes de morir William le hizo escribir en su muro de Facebook, y una vez que él se ha ido, es en este muro donde ella se vuelca, cree que de esa forma se comunica con él, se reencuentra con él.
De esta forma Giuliana descubre la magia de las redes sociales, el estar acompañada cuando en realidad estas sola, el apoyo, el calor de esas presencias aunque no puedas recibir un abrazo. Lo que postea en el muro es muy emotivo y hacen emerger a la Giuliana más entera, a la mujer dolorida que quiere seguir adelante.
Descubierta la magia Giuliana se crea su propio perfil, pero no por ello cierra el de William, ese le sirve para recordarlo, para sentirlo más cerca, pero no para recrearse en el dolor, ni regodearse en él, lo usa de terapia sin ser consciente de ello.
Carmen Amoraga con esta novela hace un homenaje a su amiga Viviana a quien convierte en Giuliana. La trama nos lleva de la mano en esta enseñanza a superar el dolor de la pérdida. Una vorágine de sentimientos arrasa a la protagonista y de la misma forma a quien lee su novela.
***Fuente: http://detintaenvena.blogspot.com.es/
***Fuente: http://escritoras.com/escritoras/Carmen-Amoraga
María Cambrils. El despertar del feminismo socialista / Rosa Solbes, Ana Aguado y J. Miquel Almela
La monografía reúne biografía, textos y contextos de María Cambrils, una escritora tan valorada en su momento como olvidada después. La obra recoge por primera vez la vida, el pensamiento y las propuestas de la valenciana María Cambrils (1877-1939), una de las impulsoras del feminismo desde el punto de vista teórico dentro del socialismo en la España de principios del siglo XX y cuya figura es prácticamente desconocida por el público.
María Cambrils Sendra (El Cabañal,Valencia, 1877-Pego 1939) fue durante muchos años militante de hierro, articulista incansable, valerosa polemista y autora de una de las “biblias” de la liberación de la mujer: ‘Feminismo Socialista’, modesto volumen editado a sus expensas en Valencia, el año 1925 y dedicado a Pablo Iglesias, al que consideraba “venerable maestro”. Una mujer generosa y entusiasta que destinó la recaudación a financiar la imprenta de El Socialista y la nota introductoria a conminar: “Todo hombre que adquiera y lea este libro deberá facilitar su lectura a las mujeres de su familia y de sus amistades, pues con ello contribuirá a la difusión de los principios que conviene conozca la mujer en bien de las libertades ciudadanas”.
Clara Campoamor la elogió: “Este libro es algo más que ‘un ariete contra la opresión masculina y las mentiras convencionales’ porque no solo ataca, sino que llama a la lucha y conforta en ella
Cierto que algunas historiadoras especializadas en los estudios de género la habían incluido en sus trabajos, siempre en referencia al mencionado volumen, pero sin más datos sobre su vida o el resto de su obra, hasta hace poco ignorados u olvidados. Como Mary Nash y la propia co-autora de esta monografía, Ana Aguado.
No sería arriesgado pensar que Cambrils y Campoamor ni siquiera se llegaran a conocer personalmente, y desde luego nunca formaron parte del mismo partido, aunque sus coincidencias fueron muchas en el terreno del feminismo, y su respeto mutuo incuestionable. Aquí hay que destacar que la radicalidad y el apasionamiento con que María defendía sus tesis nunca le inspiró sectarismo alguno, ni le impidió reconocer los méritos de tantas figuras destacadas que trabajaban en campos bien distintos y mantenían ideologías diversas. Todo lo contrario, en algunos de sus artículos realiza auténticos catálogos de mujeres que consideraba habían sido o eran importantes para el progreso de la Humanidad.
Registros y censos han guiado, la reconstrucción de la peripecia vital de esta mujer que llegaría a formar parte de la élite intelectual obrera a través de un proceso de aprendizaje absolutamente autodidacta. Hija de obrero y de madre analfabeta, emigrados desde Pego a Valencia, llegó a ser durante los años 20 prácticamente la única columnista habitual de El Socialista, firmando artículos que se insertaban junto a los del mismo Pablo Iglesias, Julian Besterio, Andrés Saborit, Indalecio Prieto o Largo Caballero. También colaboró con otras cabeceras de prensa obrera y republicana como ‘El Pueblo’, ‘El obrero’ de Elche, Revista Popular, El Obrero Balear, El Popular, El Mundo Obrero, La Voz del Trabajo… Y han sido sus propias colaboraciones las que han aportado indicios ciertamente sorprendentes.
María Cambrils nunca pretendió “contar su vida” en tales escritos, pero algunas pistas se le acababan deslizando entre las argumentaciones contra el “feminismo catequista”. Azote de prejuicios religiosos y de “el hermetismo confesional”, resulta que ella, descaradamente anticlerical, recuerda su “vida conventual” y maneja textos religiosos con una solvencia pasmosa, dejando siempre bien claro que a su entender nada quedaba del espíritu compasivo del viejo cristianismo defensor de los más débiles, de la esencia ideal que formuló “El Crucificado”. Sus códigos morales son La Biblia y las Cartas de Santa Teresa de Jesús. Pero también El Capital de Marx. Todo lo cual nos lleva a concluir que la escritora feminista pudo haber sido monja durante una temporada, tras enviudar muy joven de José Martínez Dols, sin que hayamos podido localizar tiempo y lugar, ni mucho menos los vericuetos que la llevaron a emparejarse después con un antiguo anarquista murciano mudado en socialista radical.
Sí cuenta, en cambio, que lecturas y charlas con una vecina en Valencia le abrieron los ojos hacia la doctrina de la redención proletaria y el papel que las mujeres habían de tener en ella. Muy inspirada por Bebel, escribe: “las mujeres obreras españolas no podemos olvidar que la única fuerza política de solvencia moral francamente defensora del feminismo es el socialismo”. Tras insistir en la necesaria vinculación entre feminismo y socialismo, planta cara a la misoginia obrera, defiende el voto de las mujeres, y reprocha a muchos compañeros que nunca se hayan preocupado por la igualdad, por la formación de sus parejas e hijas, y que no luchen por el derecho al sufragio: “La mujer moderna aspira a coparticipar del derecho, no a imponerse, como sostienen caprichosamente los enemigos del feminismo. No queremos piedad sino justicia”.
Además del voto femenino y del papel de la Iglesia, temas recurrentes en sus artículos son la enseñanza, la maternidad, la investigación de la paternidad, el “feudalismo agrícola”, el antifeminismo disfrazado, el divorcio, los avances y los problemas de las mujeres en otros lugares del mundo, la organización femenina. Maneja un léxico sumamente personal y una prosa no exenta de sentido del humor, pero muy contundente, sin miedo a la confrontación dialéctica sean sus contrincantes hombres o mujeres, “consagrados” o desconocidos. Unas son “sabias de cíngulo y de pan comer”, otros “clerocatequistas” o “gansos de pluma estilográfica”. Marañón es “pigmeo y liliputiense” y el doctor Bartual, defensor de “ese enorme sofisma de la craneología comparada” merece una tunda verbal por sus conferencias sobre la inferioridad del cerebro femenino: “Cree el eminente laringólogo -creencia que consideramos producto de un desconocimiento absoluto de la realidad económica- que la razón de las desigualdades civiles entre los sexos tiene su pie forzado en diferencias establecidas por la Naturaleza”.
Nuestra autora representó un punto de inflexión clave en la formulación de los planteamientos igualitarios y feministas en el seno del socialismo del primer tercio del siglo XX en España, y es por ello por lo que la Universidad de Valencia aceptó editar la monografía. Se reúnen en ella más de un centenar de artículos publicados entre 1924 y 1934, una reedición del libro ‘Feminismo Socialista’, una aproximación biográfica, un análisis histórico y otros materiales documentales. Y un prólogo de Carmen Alborch, en el que muestra su extrañeza por el olvido en torno a esta importante figura: “Cuanto más sabemos, más nos indignan estas ausencias, los silencios. Y más nos afianzamos en la idea de que es necesario hacer historia, memoria, tener memoria política. Incluir a las mujeres como sujetos de la historia, desvelar y publicitar en los espacios educativos y de divulgación, utilizando las redes y las nuevas tecnologías, también el patrimonio en femenino. Porque es patrimonio de la humanidad y como tal hay que conocerlo, reconocerlo, y conservarlo”
***Fuente: www.llibresvalencians.com/Joan-Miquel-Almela-Cots_va_17_109_0.html
***Fuente: www.feministasvalencianas.wordpress.com/rosa-solbes/
***Fuente http://gehtid.blogs.uv.es/ana-aguado-higon/
La loca del desván / Sandra M. Gilbert y Susan Gubar
Sandra M. Gilbert y Susan Gubar ofrecen con este texto una atrevida y novedosa interpretación de las grandes escritoras del siglo XIX, y al hacerlo así, presentan la primera demostración de la existencia de una imaginación claramente femenina.
Este libro surgió de un curso impartido por ambas autoras en el que al leer lo que escribieron las mujeres, desde Jane Austen y Charlotte Brontë hasta Emily Dickinson, Virginia Woolf y Silvia Plath, se sorprendieron por la consistencia de temas e imágenes que se hallaban en las obras de escritoras con frecuencia distantes unas de oras geográfica, histórica y psicológicamente. Incluso al estudiar sus logros en géneros radicalmente diferentes, descubrieron lo que comenzó a parecer una tradición literaria manifiestamente femenina, una tradición abordada y apreciada por muchas lectoras y escritoras, pero que nadie había definido aún en su totalidad. Imágenes de encierro y fuga, fantasías en las que dobles locas hacían de sustitutas asociales de “yoes” dóciles, metáforas de incomodidad física manifestada en paisajes congelados e interiores ardientes: estos modelos reaparecían a lo largo de toda esta tradición, junto con las descripciones obsesivas de enfermedades como la anorexia, la agorafobia y la claustrofobia.
Las autoras proponen una serie de preguntas, como punto de partida de su crítica en la que hacen un recorrido por la situación de la mujer literata del siglo pasado:
¿ Dónde deja a la mujer literata una teoría de la literatura implícita o explícitamente patriarcal?
¿ qué significa ser una mujer escritora en una cultura cuyas definiciones fundamentales de la autoridad literaria son franca o encubiertamente patriarcales?
¿Cómo influyen en los modos que estas prueban la pluma?
¿Cómo afectan las advertencias patriarcales en la voz de la escritora?
¿Trata ella de sonar como la voz masculina, imitando su tono, sus inflexiones, sus expresiones, su punto de vista?
¿ Le ' responde ' con su propio vocabulario, su propio timbre, insistiendo en el punto de vista propio?
CONCLUSIÓN:
" Si las mujeres contemporáneas sí prueban ya la pluma con energía y autoridad, sólo son capaces de hacerlo porque sus antepasadas de los siglos XVIII y XIX lucharon en un aislamiento que sintieron como enfermedad, una enajenación que sintieron como locura, una oscuridad que sintieron como parálisis, para superar la ansiedad de la autoría que era endémica en su subcultura literaria "
" La literata siempre ha afrontado oposiciones igualmente degradantes cuando ha tenido que definir su presencia pública en el mundo [ ... ] como observó Woolf, la escritora parece encerrada en un doble y desconcertante brete: tenía que escoger entre admitir que ' sólo era una mujer ' o reclamar que ' era tan buena como un hombre ' ".
" George Sand ( y siguiéndola ) George Eliot utilizaron con gran fama una especie de encarnación masculina para conseguir que los hombres aceptaran su seriedad intelectual "
¿Cómo podría existir una gran tradición de literatura escrita por mujeres?
" Existe una tradición que abarca esencialmente las obras de las escritoras del S.XIX que hallaron modos viables de sortear las estrategias problemáticas "
" En la literatura escrita por mujeres, la loca no es simplemente, como podría serlo en la literatura masculina, una antagonista o enemiga de la heroína. Más bien suele ser en cierto modo la doble de la autora, una imagen de su ansiedad y furia ".
Esta obra fue finalista del Premio Pulitzer en el apartado de no ficción en 1980 y Premio Nacional de la Crítica Literaria en 1979, este exhaustivo y original manual de literatura de escritoras del XIX se ha convertido en un texto clásico y de obligada lectura.
***Fuente: http://mural.uv.es/teloro/feminismo.html