Enciclopedia de Mujeres "Oliva Sabuco"
Solapas principales
Francisca de Nebrija
Salamanca,149?-Sevilla, 1553. También conocida como Francisca de Lebrixa. Humanista del siglo de oro y académica española.
Hija del célebre gramático Antonio de Nebrija, debió de recibir, al igual que sus eruditos hermanos, una esmerada formación intelectual, destacando algunas crónicas que fue enseñada y educada por su padre. Fue una de las mujeres más doctas de su tiempo, sobresaliendo como figura de las letras y por su gran saber de la lengua latina.
A la muerte de Antonio de Nebrija en 1522 le sustituyó en la Cátedra de Retórica en la Universidad de Alcalá, y fue conocida como la “sabia retórica de Alcalá”. Se convierte en la primera mujer en impartir docencia en esta Universidad y en una de las primeras “catedráticas” de España.
El Consejo de Gobierno de la Universidad de Alcalá acordó el curso académico 2019/2020 instituir los Premios de investigación “Francisca de Nebrija” y galardonarlos con la Medalla “Francisca de Nebrija a la Igualdad de Género”.
El Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha actualmente subvenciona a la Universidad de Alcalá la Cátedra de Género “Isabel Muñoz Caravaca”.
*S.XVI. Miniatura. Biblioteca Pierpont Morgan
ISABEL DE LA CRUZ
(Guadalajara, primera mitad del XVI – segunda mitad XVI)
Beata y fundadora del movimiento alumbrado en Castilla.
Perteneciente a una familia de origen converso y con una hermana monja, muy pronto sintió una profunda inquietud espiritual que le llevó a abandonar muy joven su hogar, abrir un pequeño taller de costura y convertirse en beata sujeta a la regla franciscana. A pesar de su modesto oficio leyó intensivamente la Biblia y algunas obras de Erasmo, entrando en contacto con las ideas de “recogimiento” defendido por los franciscanos.
A partir de ahí, comenzó a defender lo que se conoció como el “dejamiento”, es decir, el abandono absoluto a la voluntad de Dios, un estado en el que el pecado era imposible y, por tanto, no tenían sentido ayunos, disciplinas y otras formas de penitencia[1]. También eran innecesarias las formas externas de devoción ya que lo que defendía era una comunicación directa y personal con Dios, rechazando las visiones y arrobamientos tan propios entre los recogidos franciscanos. Isabel de a Cruz defendió estas ideas con pasión y parece que comenzó a escribir un libro titulado Doctrinas nuevas que se perdió sin que fuera impreso. Además, logró rodearse de clérigos y ganar influencia sobre erasmistas vinculados con la Universidad de Alcalá de Henares. En Guadalajara, el grupo de alumbrados que ella lideraba contó con el apoyo de un buen número de personas de buena posición de origen converso y gozó de la protección de mujeres de la familia Mendoza, extendiéndose sus ideas por otras localidades como Toledo, Escalona, Cifuentes o Pastrana[2].
En 1519, Mari Núñez, amiga de Isabel de la Cruz y miembro del grupo alumbrado de Guadalajara, acusó a la beata y a su más directo colaborador, el sacerdote Pedro Ruiz de Alcaraz, y a otras mujeres del grupo como María Cazalla, de negar la existencia del infierno, ridiculizar la penitencia y renegar de las buenas obras, algo que les aproximaba a las ideas heréticas de Lutero. En 1523 la Inquisición abrió proceso contra ellos y el provincial de la orden franciscana exigió a Isabel de la Cruz que dejase de recibir visitas de profesores y alumnos de la Universidad de Alcalá, así como de clérigos y personas de distinta posición social. Al negarse fue despojada de su estatus como hermana terciaria y fue arrestada bajo la acusación de herejía.[3] Juzgada en 1529, todos sus bienes quedaron confiscados y fue condenada a ser sometida a vergüenza pública paseando por la ciudad con un sambenito y después a sufrir prisión perpetua. Sabemos que esa pena le fue conmutada en 1538 por penitencias, romerías y oraciones y la prohibición de salir de Guadalajara y sus arrabales sin licencia, y que en 1540 se vendieron los bienes que le había confiscado la Inquisición. A partir de esa fecha desaparece cualquier referencia a ella, hasta el punto de no poderse determinar la fecha de su muerte.
Autoría: Francisco Arriero
* No se han encontrado retratos de Isabel de la Cruz.
Fachada Palacio del Infantado por su vinculación de las mujeres de la familia Mendoza.
[1] Antonio Fernández Luzón, “Isabel de la Cruz”, Diccionario Biográfico electrónico de la Real Academia de la Historia, http://dbe.rah.es/biografias/17946/isabel-de-la-cruz
[2] De hecho algunos autores como Antonio Pau sitúan a Isabel de la Cruz en Toledo en algún momento de su vida. Antonio Pau, Herejes, Madrid: Trotta, 2020, pp. 69-71.
[3] Laura Canabal Rodríguez, “Heterodoxia en el reinado del Emperador: Toledo, los alumbrados e Isabel de la Cruz”, en Carlos V y la quiebra del humanismo político en Europa (1530-1558), José Martínez Millán (coord.), Madrid: Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 2001, pp. 309-332.
Isabel Muñoz Caravaca y López Acevedo
Maestra, periodista, astrónoma y feminista [Madrid, 1848-Guadalajara, 1915]
Mujer rupturista con los convencionalismos de su época, tras enviudar obtuvo plaza de maestra por oposición en Atienza donde desarrolló una intensa labor pedagógica, llegando a escribir dos manuales de estudio. Científica pionera, formó parte de la Sociedad Astronómica de Francia. Fue una ferviente defensora de la clase obrera, el voto femenino y la emancipación de las mujeres. Asidua colaboradora de la prensa local de su época, destacó también por su posición contra la pena de muerte, los toros y el maltrato animal.
*Retrato propiedad del Archivo fotográfico de la Fundación Pablo Iglesias
Juana Quílez Martí
(Albacete, 11 de marzo de 1906 - Guadalajara, julio de 2004)
Bibliotecaria. Investigadora de la historia de Guadalajara. Archivera y museóloga española.
Es considerada una de las protagonistas, durante la década de 1930, del cambio y modernización de las bibliotecas de la Universidad Central. También tuvo una prolífica actividad en el desarrollo del Archivo Histórico Provincial de Guadalajara.
Nació en 1906 en Albacete, pasando su infancia e iniciando sus estudios en tierras de Alicante, donde su padre actuaba de archivero y bibliotecario. Trasladada la familia a Madrid, estudió Historia en la Universidad Central, siendo de las primeras mujeres que en España acudió a la Universidad.
Al terminar la carrera preparó las oposiciones al Cuerpo de Facultativos de Archivos, Bibliotecas y Museos, obteniendo el número 3 de su promoción.
Su primer destino, antes de la Guerra, fue Tarragona, y posteriormente se trasladó a la Biblioteca de la Facultad de Farmacia de Madrid, en donde pasaría los años siguientes y en donde comenzaría a desarrollar una de sus principales labores, la de llevar el libro a los niños. Unos años después del arribo a la capital de España comenzaba a dar charlas divulgativas en las aulas, y fuera de ellas; una de las primeras, el 5 de enero de 1935, a través de los micrófonos de Unión Radio, con un significativo título: “Seis meses de Biblioteca Infantil”. Juana había abierto una sección infantil en la Biblioteca que dirigía, ya, en la Universidad Central Madrileña.
Su llegada a Guadalajara, lo hizo en 1952, coincidía con la llegada, también a Guadalajara, de su esposo, el abogado Salvador Cañas Gómez quien llegaba igualmente para ocuparse de la Secretaría del Ayuntamiento de la ciudad. No tardando en hacerse un hueco en el mundo cultural, y social, de una Guadalajara que comenzaba a despertar, quizá, de un letargo cultural, a nivel institucional, arrastrado en el tiempo; integrándose entre las gentes que por aquellos años trabajaban abiertamente por poner el nombre de la ciudad en el lugar que, por sus antecedentes históricos, merecía. Era, sin duda, la única mujer, entre más de una docena de hombres de renombre provincial, que asistía a los consejos de cultura en Ayuntamiento, Diputación o Gobierno Civil; y su palabra, por lo acertada, era escuchada con claridad.
Juana Quílez Martí realizó una importantísima tarea en la organización de la Biblioteca Pública Provincial, instalada en los bajos del antiguo Instituto de Enseñanza Media "Brianda de Mendoza", abriendo muchas vocaciones de jóvenes hacia la literatura y la historia.
Organizó también el Archivo de Hacienda, con muchos fondos procedentes de la Desamortización de Mendizábal, y cuando concluyó la restauración del Palacio del Infantado, y se trasladaron a él los organismos culturales provinciales, Juana actuó al mismo tiempo de directora del Museo Provincial recién inaugurado, y de la Biblioteca Pública Provincial, y del Archivo Histórico Provincial, que con entusiasmo y dedicación puso al servicio de la investigación histórica, pudiendo decirse de ella que fue quien en Guadalajara popularizó y abrió caminos amplios a la investigación histórica.
Gracias a Juana Quílez y a sus investigaciones pudo adscribirse la propiedad del palacio del Infantado a la ciudad de Guadalajara y a los herederos y herederas del título del ducado del Infantado.
En junio de 1988 el Ayuntamiento de Guadalajara, en virtud a su larga y extensa obra, “entre sus méritos haber trabajado en la sombra por la restauración del palacio del Infantado, la vuelta a Guadalajara de la estatua de Aldonza de Mendoza, el haber constituido la Asociación de Amas de Casa de Guadalajara, el haber contribuido a la apertura de dos guarderías, así como una residencia de ancianos… Eso sin hablar de su trabajo como investigadora, logrando incluso reconstruir la historia de la Diputación provincial…”, acordó dar su nombre a una de las calles de la ciudad.
Recibió en 1993, el homenaje de la Biblioteca Pública Provincial. Poco después, en 1994 el Ayuntamiento de Guadalajara la reconoció imponiéndole la Medalla de Oro de la Ciudad; del mismo modo que fue nombrada “Hija Predilecta” de la Comunidad de Castilla-La Mancha.
Juana Quílez Martí falleció en julio de 2004 en Guadalajara.
Fuentes consultadas:
Juana Quílez Martí. Aache.com. Recuperado el 7 de noviembre de 2022 de https://aache.com/alcarrians/quilez.htm
Gismera Velasco, T. (21 de septiembre de 2020). Juana Quilez Martí. La pasión por el libro. Henares al día.com. Recuperado el 07 de noviembre de 2022 de https://henaresaldia.com/juana-quilez-marti-la-pasion-por-el-libro/
*Retrato Archivo Fotográfico de la Universidad Complutense de Madrid.
Luisa Cuesta
Bibliotecaria.
[Medina de Rioseco, 1892 – Madrid, 1962]
Ha sido una de las grandes bibliotecarias de nuestro país. Estudió Magisterio, ejerció como maestra y continuó sus estudios de Filosofía y Letras entre Valladolid y la Universidad Central de Madrid, donde se doctoró y fue profesora. Apasionada de la investigación, en 1921 aprueba las oposiciones al Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos. Trabaja en la Biblioteca Nacional, donde llegaría a ser directora. También lo fue de la Biblioteca de Guadalajara durante la Guerra Civil, manteniéndola operativa. Tras la contienda fue expedientada y sufrió traslado forzoso a Ciudad Real.
*Retrato fotográfico del Archivo Fotográfico del Ministerio de Cultura.